Día de mar
Desde este bar
pequeñas manchas
atadas a las olas
se pierden y
aparecen
Un perro
cusquito
pasea a una señora
Una ráfaga se lleva mi sombrero
y vuelca una gaseosa
en la mesa
Temo que vuelen las sombrillas.
A pocos metros
ella turbante blanco
él gorra marfil.
son la foto.
juntos
toda la elegancia de
los años.
El sol ciega
cierro los ojos.
Mi él dobla el diario
y haciendo sombra en la mirada
me invita a caminar.
Temo que se vuelen
las sombrillas.
© Flora Levi
ResponderEliminar¡Bueníiiiiiiiiiiiiiisimo!
Un abrazo grandote.
Alicia Márquez
Es un estado: el del verano. Un cuadro estático a merced del viento...muy bueno! Abrazo, Inés.
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ResponderEliminarLindísimo!! la postal quedó prendida a mis ojos.
Lily Chavez
Muy buen poema, lleno de imágenes frescas que
ResponderEliminarnos permite disfrutar de sol, las sombrillas y la playa.
Un abrazo Ana Romano.
Poema vivencial, el verano está ahí, con toda su vibración. Precioso, Flora.
ResponderEliminarRaquel Jaduszliwer
Una escena común cobra trascendencia en la mirada de la poeta, que ve más allá de lo que se ve. Muy bueno. Un beso. Adriana Maggio
ResponderEliminarCómo amo tu poesía, mi Florita!
ResponderEliminarFantástico!!!!
ResponderEliminarDavid Sorbille dijo...
ResponderEliminarFlora en estado de gracia! Te felicito. Un abrazo
Encantador poema. El verano es aquí pura presencia. Me gusto lo de"mi él" y su invitación como si se despejara de personajes. Gracia y sabiduría poética. Un beso Isabel Llorca Bosco
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