La boda
ella dijo, ojalá llueva el día de la boda, porque la lluvia
todo lo lava. Pero no llovió. El sol brillaba con su belleza despótica y
contenía el amor desbocado de Muriel. Intenté olvidar el parque y su santuario.
Vi huellas en el aire y toqué a la pequeña sobre el vientre de la mujer. Todos
crecíamos.
Ahora, una polvareda de caña quemada dificulta la marcha de
mi cuerpo carente. Duermo menos y para colmo, he dejado de soñar.
© Mónica Cazón
Monica: misterioso y hay todo un conflicto ahí en esa boda en la que debía llover y no llovió. Podemos imaginar todo el marco en que sucede.
ResponderEliminarLindo leerte!
Maju
Me encantó!
ResponderEliminarMe encantó!
ResponderEliminarEsa imagen del marcharse sueños y esperanza es fuerte. Gran poema
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