Tanto cuidado, tanto ensayo,
tanto planear los bordes de la huida,
tanto escondite gris de refugiada,
no hicieron más que enfurecer la forma
en que me fue lanzado.
Sin piedad, como una jabalina,
el universo me arrojó el amor.
Y yo estaba,
ay Dios mío,
ahí.
© Valeria Pariso
Qué belleza de poema, con el signo del amor "como una jabalina,/el universo me arrojó el amor."Abrazo
ResponderEliminarQué hermoso poema, seduce con un mínimo de palabras.
ResponderEliminarUn abrazo
Betty
Qué bueno! Estar donde pega el amor...gracias y abrazo, Inés Legarreta.
ResponderEliminarEl encuentro amoroso como fatalidad. La fulminante experiencia del "estaba escrito" capturado en la re-escritura poética. Gracias!!! Raquel Jaduszliwer
ResponderEliminar¡ Es hermoso! Gracias por la belleza de sus letras.
ResponderEliminarmuy bello! El amor nos sorprende sin estar preparados!
ResponderEliminarUn abrazo Graciela Barbero
Muy buen poema, Valeria. Felicitaciones.
ResponderEliminarClaudio Simiz
hermoso poema,el efecto que produce ,es precisamente semejante al toque del amor.Marizel Estonllo
ResponderEliminaray...adoro este poema!
ResponderEliminaramorosísimo, y lleno de ternura. un abrazo, Valeria.
ResponderEliminarMuchas gracias, Gus, por la publicación y gracias a cada uno por la lectura y los comentarios.
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