"No juegues más con la sabiduría, hay algo descalzo
en la sabiduría", leo en pantalla
y cuando salgo en la madrugada a mirar el cielo
encuentro a nuestro cuento de invierno
helado y fijo como una estrella muerta.
No hubo brújula, sólo el perfume de un país
de fábula
desvaneciéndose a la mañana siguiente.
No me llevé nada más que el celofán
que me tapa la boca cuando quiero nombrarte.
¿Dijiste ansia?
¿Dijiste aire?
El poema no sabe de qué lado ponerse.
Se pierde fácil por un camino custodiado por
los álamos pintados con delicadeza en mi mural,
vasto e inescrutable como era el mundo cuando niños.
Un amor sombra.
Dijiste sol (no sombra),
por eso no supimos descifrar su código.
© Paulina Vinderman
"solo el perfume de un país de fábula", todo lo que es se desvanece. Me encantó
ResponderEliminarUn abrazo Graciela Barbero
Un poema bellísimo, cercano, íntimo, con juegos de opuestos, metáforas originales y que nos deja en la multiplicidad de lecturas. Abrazo
ResponderEliminar¿ de qué lado me pongo? ¿ de la poeta o del poema? en este caso, hay un mundo dentro de otro, muy unidos en tono y profundidad. derivan en una palabra: belleza. susana zazzetti.
ResponderEliminarUn gusto leerte.
ResponderEliminarAnahí Duzevich Bezoz
ResponderEliminarProfundo y fuerte. Gran poema.