Cirugía
- a uno de mis pies -
Cuando se necesita
uno se entrega
al beneficio de la misma
a la confianza del galeno.
Tanta luz en la sala
amanece sin aviso
la camilla espera
en instantes
en el brazo izquierdo
una aguja nos anuncia
un tiempo en blanco
en la memoria.
Un viaje dice el anestesista
que uno hace, comenta
mientras operan
liman huesos, corre la sangre
nos mira
y nuestro rostro destella placer.
Un viaje que no se recuerda.
© Nerina Thomas
Soberbio tu poema Nerina. Ese viaje que ya no se recuerda.
ResponderEliminarPara los que heos estado en salas de operaciones, un retrato magnífico de palabras. Muy bueno. Abrazo, Antonio Pourrere
ResponderEliminarEstamos a merced de otros, perdemos el control... La nada de la nada.
ResponderEliminarMaravillosa luz, tu poema, en esa oscuridad de los recuerdos.
ResponderEliminarUn testimonio Nerina, tan vivo! Te abrazo, gracias! MARÍA CRISTINA DI LERNIA
ResponderEliminarBuenísimo, describir la cirugía en un poema diáfano, tu sensibilidad,Nerina, logra tanto.
ResponderEliminarVa un abrazo
Betty
El poder de la poesía, que convierte algo prosaico y común, en una joya para la sensibilidad. Gracias. Un beso grande. Adriana Maggio
ResponderEliminardelicioso!!! me encantó!!! un beso enorme, francisco
ResponderEliminar¡Buenísima y creativa manera de dar vuelta una situación que no es demasiado grata!!!
ResponderEliminarMe encantó.
Abrazo.
Alicia Márquez
Perfecta descripción de una cirugía, que sin dudas es un viaje que no se recuerda.Muy bueno Neri.
ResponderEliminarCariños
Alicia Borgogno