INSOMNIO
4.
Ni lo pienses, ni lo digas.
Ya sabés la respuesta.
Te hacés la que jamás.
Te escondés detrás del eco de las horas.
Imposible conciliar la pesadilla
mientras bailan flamenco
la tos y los suspiros.
Ni lo digas, ni lo hagas.
No te levantes.
Quietecita, sin arneses,
corazón en la boca,
dejá que el suelo de la noche se te abra
y entregate.
Allá abajo, profundo,
lejos como las ocho,
están los frescos brazos de la vida,
recibiéndote de nuevo,
contándote los dedos,
diciendo una vez más y siempre siempre
que esperaba que fueras
varón y más grandota,
pero que igual te quiere,
y te arrulla, y te mece.
© Bibi Albert
Muy bueno!!!!
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ResponderEliminarBello poema, hermana.
Me encantó.
Abrazo enorme.
Alicia Márquez
Muy bueno "mientras bailan flamenco la tos y los suspiros"
ResponderEliminarUn abrazo Bibi! Graciela Barbero
sentí mucha ternura al leerlo. Hermoso.
ResponderEliminarMuy hermoso.
ResponderEliminarEntre la desesperación y la ternura.
ResponderEliminarBello , bellísimo poema.
flora levi