Aquella otra que fui
tenía la luz de tu mirada en las pupilas.
El olor de la pasión en la piel.
Enajenado el cuerpo en el calor de tus manos
y los besos de tu boca incendiando mi pubis.
Aquella otra que alguna vez fui
me espera agazapada
entre los escombros de mi soledad.
© Anny Guerrini
Hay franqueza y calidad en este erotismo envuelto en soledad, muy logrado el poema porque transmite y llega.
ResponderEliminarAbrazos.
Betty
BELLO Y PROFUNDO POEMA TE ENVIO MI SALUDO MARIA LUISA MARQUEZ
ResponderEliminarAnny, indudable: la poesía erótica es lo tuyo. Con elegancia.
ResponderEliminarTal vez en las idas y vueltas de la vida nos encontremos indefectiblemente con la otra que fuimos.
ResponderEliminarLily Chavaez
Gracias besos
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