Poema de Alicia Márquez

La cura.

“Un libro debe ser como un pico de hielo que rompa el mar congelado que tenemos dentro”.

Kafka, en Carta a a Oskar Pollak (1904)

Los médicos ingleses recetan

poemas y novelas para curar ansiedades,

depresiones y locuras varias.

Los médicos ingleses saben

el poder sanador de las palabras

escritas en soledad y en estado,

justamente, de ansiedad,

de desesperación, de justicia,

de amor, de miedo, de ternura,

de insolencia, de reflexión, de bronca,

de crítica, de esperanza, y claro,

también de locura.

Ahora, ¿qué les recetarán a los poetas

que las escribieron?

Quizás, pintar un cuadro,

subirse a una montaña,

gritar en las esquinas,

bailar hasta ampollarse los pies...

Qué curioso que el hecho de asomarse al precipicio

de sus almas y sacarlas a la intemperie de un libro

fuera la cura de otras almas tormentosas

que se aferrarán a ellos

porque les cantarán canciones de cuna,

y les murmurarán conjuros chamánicos,

y les dirán que los aman profundamente,

y sobre todo, no los juzgarán.

© Alicia Márquez