UN RÍO
Era un mar redondo,
celeste,
con pececitos inventados
que no se comían a los otros
y un corito de sirenas,
inolvidable,
que cantaba sin idioma.
Un río,
Inundado de luces
Y de un ruido interminable.
Un río
donde el agua se traga los días
y las lunas,
no regresan.
© Miguel Oyarzábal
...donde el agua...... qué imagen!!!
ResponderEliminargracias.
Cristina Briante
Lorquiano, y embriagado de una oscura belleza. Felicidades.
ResponderEliminarQUE HERMOSO MIGUEL " ese río" !!!
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ResponderEliminarBuen poema y musicalizable además.
felicitaciones
W.M.
ResponderEliminarBello ese mar, bello ese río en el que los pececitos se dejaban vivir, bellísimo poema.
Un abrazo,
Alicia Márquez
gracias Miguel por el poema oscuro y sin embargo, tan luminoso!
ResponderEliminarabrazos
claudia tejeda