SED
En la copa
de vino se estrella
Contra sus
paredes el néctar violento
De las
tierras altas, las manos rudas
Entre el
verde con su redondez de tinto, o en la
Blancura
del parral
Se
estremecen las letras de un cuento,
Alteradas
rimas, un canto de voz en off
Desde el
fondo del pasillo se acerca a mis oídos
Toma de mis
ropas de linyera
Se hace
hueco en mis dedos
Canto de
enredaderas prietas de sangre
Alguien me
nombra
Desisto del
canto
Y apuro de
la copa
La sed se
calma en el fondo de mi garganta.-
© Miguel Ángel
Ferreira
MIGUEL NUNCA DESISTAS DEL CANTO! BELLO POEMA
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ResponderEliminarExcelente poema, Mel.
Me vino una sed espantosa.
Abrazo,
Alicia Márquez