de las manos del viento
se toman
atravesando el camino
el árbol de los frutos
sin prisa
el tiempo saborean
un paraíso de agua
retiene el instante
la última ráfaga
entre los dedos
el niño
abre sus manos
y me habla
-¿Dios?
-No, él te soltó
© María Marta Donnet
Bellísimo texto, María, uno de ésos de trascendente sencillez. Bárbaro.
ResponderEliminarClaudio Simiz
el poema te lleva de la mano y al final...contundente. Cariños
ResponderEliminarCristina Briante
Fuerte!
ResponderEliminarme gusta mucho, porque con palabras simples
se puede sacudir, gracias!
cómo me gusta leer María Marta!
ResponderEliminargracias por tu poesía
abrazo
norma starke
Sabes que te admiro...
ResponderEliminarabrazote fuerte.
muak
Cynthia Rascovsky
Cierre a todo Donnet!!
ResponderEliminarBello!!
Besosssssssss
BELLISIMO, ABRAZO. CARLOS CARBONE
ResponderEliminarInstante hermoso de un diálogo poético y mágico !
ResponderEliminarBeso grande!