Como un domingo
como la lluvia
como la playa en invierno
como el atardecer en
el campo
como el mar de tormenta
como el hueco
el pozo ciego
así así
así yo
interior oscuro
entrañas dormidas
pegajosas por el tedio
Acaso si fuera leve
como la luz
la luz..
¿cuál es el peso de la luz?
¿ como la del alma?
La luz penetra el alma
porosa
una música de chelo
abre el camino
por la linde de la locura
y más allá
el agua
el cielo
esa risa incomprensible
el miedo
y otra vez el aburrimiento.
Desde la otra orilla
la luz quiebra
el ojo sagrado
enceguece
crucifica
¿y más allá?
el abismo
la nada.
© Graciela Barbero
Momento de enorme confusión y desespero, oscuridad y frío, auscencia.
ResponderEliminarMomento de enorme confusión y desespero, oscuridad y frío, ausencia.
ResponderEliminarSobria y de buenas imágenes la descripción, los toques casi fillosóficos que le continúan refuerzan aún más la intención primera. Me gustó leerlo dos veces, Va un abrazo
ResponderEliminarBetty
ResponderEliminarEste poema es de una profundidad impresionante.
Aburrimiento, miedo, ceguera, crucifixión, abismo y vos, preguntando sin parar.
Buenísimo.
Abrazo.
Alicia Márquez
UFF tremendo...
ResponderEliminarabrazo.
Cynthia Rascovsky
Hermosisimo y agudo recorrido de interrogantes. Q lindo leerte, Graciela!
ResponderEliminarAly Corrado Mélin.