Poema de Sonia Quevedo
CONCIERTO EN C… CIMAROSA
Se despidió como todos los días suspirando largo sostenido y
lento.
Se marchó sin prisa alegando adioses; recogió a la
brisa, arrulló a la tarde y
continuó su marcha por entre los sauces y senderos solos.
Suspiró profundo reteniendo el aire, y en el infinito, en un
único punto
encontró un destello de calma sosegado y bello.
Se bañó de lunas y abrazado al aire inspirando lento
alcanzó su cielo, su punto de fuga, su canto y su aliento.
© Sonia Quevedo
2 comentarios:
Me quedó la imagen de arrullar la tarde y bañarse en lunas..qué lindo
me gustó! gracias por compartirlo, francisco
Publicar un comentario
Suscribirse a Enviar comentarios [Atom]
<< Inicio