Completud
De ausencias mi cuerpo va llenándose. Nada
entre hilachas de vidrio. Cruje.
Sobre mares encendidos ancla la soledad
del pequeño esqueleto. Susurros.
Por primera vez se siente huérfano. Ciego
espacio. Pequeña oquedad amarrada a su
espalda. Moribunda el ánima que atardecida
de almizcle respira. Sus vacíos
y sus cavilaciones.
Hay un dolor de huecos en el aire.
Mi cuerpo es muerte y gozo ingenuo
su lanza vuelve a la cuerda
que gotea saliva. Que hunde
su afilada punta. Que va inundando
una tumba nueva una lápida
en el pelo. Y entonces
agita la cabeza y alisa sus cabellos
con peine
de palo santo.
A Federico García Lorca
© María Marta Donnet
Muy bello María Marta...
ResponderEliminarUn canto a la ausencia, a la muerte con un final brillante, que nos "alisa el cabello con peine de palo santo..."
Un abrazo
Montse Bertrán
"De ausencias mi cuerpo va llenándose", bellísimo, pleno.
ResponderEliminarFelicitaciones, Ma Marta Donnet.
ResponderEliminarProfundamente bello este homenaje al gran Federico.
Gracias.
Abrazo,
Alicia Márquez
David Sorbille dijo...
ResponderEliminarMagnífico poema! Un abrazo