Joseph Mallord William tenía un hermoso nombre.
Seguramente lo llevaba con
la dignidad de lo poético
sin pensar demasiado en ello/
sólo vivir
¿Cómo le dirían en la intimidad?
No aparece un diminutivo en mi cabeza/
tampoco en la de la tía que lo crió
en la provincia.
Pobre madre desquiciada no pudo ver
la luz del hijo
ni la fama
ni el desolado encierro
final
¿Se habrán buscado en el cielo
(la madre y el hijo)?
Tantas veces los ojos miran hacia allá :
nubes/ neblina/ rocío/
oscuridad/ peligro en ciernes/ tormenta/
transparencia de lo diáfano.
Nunca sabremos si el arte es un don o una condena.
© Inés Legarreta
Texto muy fuerte, cuestionador. Felicitaciones.
ResponderEliminarClaudio Simiz
Me encantó "nunca sabremos si el arte........" Un abrazo, Dolores Pombo
ResponderEliminarAyyyy... Qué HERMOSO Inés!!! Bello bello... Abrazote enorme y Bendiciones!! Griselda Ramello.
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ResponderEliminarBello poema. De la tristeza y la condena. De la vida. De los cielos y los infiernos perpetuos.
Un abrazo.
Alicia Márquez
Emotivo y profundo.
ResponderEliminar¿Se encontrarán, nos encontraremos? y en la esencia un bello poema.
Un abrazo
Betty
Gracias por los comentarios, amigos. Abrazo, Inés
ResponderEliminarUn bello poema que delata lo absurda y dolorosa que es a veces la vida para los excepcionalmente dotados.
ResponderEliminarUn abrazo
Juany Rojas