La torpeza
de bruñir
mis pasos
dejó en el
camino
siluetas ajadas.
Siluetas
que borraron las formas
decoloraron
el tiempo
de la espera.
Un balanceo convulsivo
se adueñó
del acto de vivir.
Bullen
los agoreros signos
del
desprecio
en la urna del cuerpo.
© Griselda Rulfo
Este poema nos hace cómplices a todos, Griselda. Gracias.
ResponderEliminarhola, mientras leía era como seguir, diría peseguir . atrapa.
ResponderEliminarflora levi
Muy buen poema que nos identifica.
ResponderEliminarUn abrazo Ana Romano
Aún bullen ...asi es
ResponderEliminarMuy buen poema excelente cierre Besos y abrazos
Oh, Griselda, qué buen poema, con ese bello desgarro característico en tu poesía. Belleza , amargura, desencanto, desaliento, todo eso y más es lo que transmite.
ResponderEliminarUn gran abrazo
Juany Rojas
ay Griselda, me puede tu poesía, me duele esta belleza.
ResponderEliminarte abrazo
claudia tejeda
Excelente, Gri, una construcción poética impecable que pulsa en la desazón. Abrazo grande!!
ResponderEliminarExcelente poema. El remate es estremecedor. Me gustó mucho. Un abrazo. Adriana Maggio
ResponderEliminarQue gusto leer tan buena poesía.
ResponderEliminarsaludos Gri.
Anahí Duzevich Bezoz
si, como han dicho, -belleza que duele- si, duele y es tremendamente bello, gracias por compartirlo, francisco
ResponderEliminarMuchas gracias por tan hermosos comentarios
ResponderEliminarTe los tines muy merecidos, Abrazos! Marta
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