Certera
Fuiste certera.
Cubriste un ojo
y concentraste
todas tus fieras
en la pupila del aún abierto.
Lo acercaste
al instrumento.
Lo acomodaste
para encajarlo.
Adelantaste el hombro izquierdo,
pues fundamental,
el equilibrio,
según dijeron.
Casi tu brazo fue el metal
en que apoyaste la quijada
y descansaste el cuello.
Entrelazaste ya tus dedos
entre los huecos.
Y gatillaste
certera-
mente.
© Cecilia González Gerardi
muy fuerte cecilia, directo a la emoción y es ésto lo que despierta este poema: hace vibrar. susana zazzetti
ResponderEliminarFuerte y bello!
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