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25/4/16

Poema de Anny Guerrini


La tarde
divaga su gris desierto de luces
de calle en calle.
La lluvia deja caer su sordo lenguaje
de ventana en ventana.
Esta tarde
la ciudad está vacía de estrellas
y de oníricos azules.
Mis sueños se hacinan
contra los muros del horizonte
como la lluvia lacia y fría.
En esta tarde
sin signos luminosos
ni ecos musicales
añoro aquel aleteo de palomas
esa confidencia de latidos.
Ritual sagrado
de tu piel y mi piel.
Melodía apasionada
más allá del olvido
y de esta tarde
ausente de amarillos.


© Anny Guerrini

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