Sentada en la altísima cama del hospital,
adonde siempre está nublado,
tan desamparada, con las piernas colgando,
ella, un huesito sobre otro,
cantaba el tango "Volver".
Cantaba con una voz chiquita y lejana
mientras agitaba apenas la cabeza.
Cuando terminó el tango dijo, en un grito:
"¡¡¡Quiero morirme en mi casa!!!"
El deseo se le cumplió.
Y seguía cantando
mientras agradecía a las enfermeras
que eran buenas,
porque se iba a su casa,
adonde estaban todas sus cosas.
© Alicia Márquez
Me conmocionó tu texto, hay que seber decir con tanta contundencia y lirismo estas cosas de la agonía.
ResponderEliminarClaudio simiz
sí, alicia conmociona y emociona y duele este cuadro de última mirada a a vida. abracito.- susana zazzetti
ResponderEliminarQué belleza se puede transmitir desde el dolor.
ResponderEliminarDuro, triste, sin embargo tiene una fuerte noción de vida y paso. Abrazo. Antonio.
ResponderEliminarUna realidad que estamos viviendo. Injusta, sobrecogedora, me emocioné al leerla. Tu duro testimonio nos da un cachetazo muy fuerte. Gracias por acordarte de los viejos, beso Alicora.
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ResponderEliminarMe mataste con este poema Alicia. Porque todos tenemos una enferma en la cama alta donde siempre está nublado...algunas cosas son de cada uno pero el deseo rotundo de morir en la casa es de todos. Gracias por la emoción.
Liy Chavez<
Alicia, hermoso texto donde una enferma desea volver a "su lugar en el muno", a sus cosas. Lxcelente su construcción y entrañable y hasta con música. Un beso Isabel Llorca Bosco
ResponderEliminarDavid Sorbille dijo...
ResponderEliminarQueridísima Alicia: conmovedor!! Un abrazo