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31/3/16

Poema de Patricia Díaz Bialet


COMO AGUA DE COLONIA

Cada día que se va
algún pesar que se queda;
así es la suerte del hombre:
agua de río de arena.
Aledo Luis Meloni


La vida se escurre como agua de colonia.
Y entonces recurrimos al pasado,
a su tejido minucioso de melancolía,
y el hígado se vuelve un tanto medieval a pesar nuestro.

Porque la vida se escabulle como ceniza de pasto
y lo que vuelve sólo apenas nos contiene.

Existe en nosotros un porvenir absurdo de cosa efímera,
una utilidad de muerte que no desciframos por completo.

Tracemos entonces una suerte de bosquejo a modo de tiempo transcurrido.
Veamos qué de pauta trágica podemos acribillar con nuestro beso.
Y revisemos el alfeizar que se derrama secreta y lentamente sobre el mundo.


© Patricia Díaz Bialet

10 comentarios:

  1. La fugacidad, lo breve de nuestra existencia. ¡Hermoso poema!

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  2. Ameno y conciso. Gracias por este poema.

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  3. Nos resta sólo el presente. La vida es una acumulación de instantes, a pesar de ello: seguimos.

    Abrazos

    David Rosales

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  4. bella forma de de no poder rescatar la finitud del tiempo. susana zazzetti.

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  5. Milagros Rodríguez1 de abril de 2016, 9:06

    Un placer leerte Patricia!

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  6. MARIA LUISA MARQUEZ1 de abril de 2016, 22:56

    El primer verso, define
    felicitaciones un abrazo de Maria Luisa Márquez

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  7. Como en un juego el tiempo se esfuma. Muy bueno
    Un abrazo Graciela Barbero

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  8. No hay recetas, algunos recursos se reiteran pero la paradoja de la fugacidad, nacer para morir no encuentra solución, muy bueno el poema

    Clelia Bercovich

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  9. delicioso!!! toda la excistencialidad derramada, como una copa rota sobre un mantel blanco y el malbec tiñendo su desangre!!! realmente delicioso y maravilloso!!! gracias por compartirlo, francisco

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