29/3/16

Poema de Miguel Oyarzábal


La otra ciudad 

Afuera la noche se deshilacha
y acá la claridad
da con los límites del cuarto,
es un gris celeste
que lo puebla de objetos y de aire:
el placard parece un edificio en torre
deshabitado,
la cómoda es el municipio aún sin gente,
los adornos, carteles luminosos en silencio,
la silla un inquilinato en la calle principal
y el espejo
es el monumento a la verdad,
pero no cuenta.
Las sábanas son el mar en calma después de las tormentas
y nosotros,
dos barcos entredormidos
a la espera de una señal.
Desde la mesa de luz,
que debe ser el muelle,
el despertador da la orden de soltar amarras.
ya se,
Al amparo de tus pechos
sería un náufrago en lugar seguro:
podría esconderme debajo de las cobijas,
escuchar las olas en el hueco de los caracoles,
permanecer,
hacerme viejo cuidando sueños.
Tus mareas terminarían por anegarme,
y la varadura,
sería para siempre.



© Miguel Oyarzábal

3 comentarios:

Blogger Leonor Mauvecin ha dicho...

Preciosas imágenes , la metáfora juega con el cuarto , me encantó Un abrazo

29 de marzo de 2016, 14:20  
Anonymous Milagros Rodrífuez ha dicho...

Que hermoso poema lleno de bellas imágenes y eso que no tiene peso "Ternura"

1 de abril de 2016, 9:25  
Anonymous Milagros Rodrífuez ha dicho...

Que hermoso poema lleno de bellas imágenes y eso que no tiene peso "Ternura"

1 de abril de 2016, 9:25  

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