VINAGRE AROMÁTICO
No todo lo que queda atrás se ha perdido para siempre.
Recuerdo la esencia de naranja
la espesura negra del alquitrán
el olor de la resina del benjuí
cuando era acariciada por el agua de rosas.
También ese día que no parece terminar nunca,
suspendido en la antecámara de un recuerdo.
Un ala quebrada en el alambrado
es testigo de un vuelo interrumpido.
La lavanda danza con el romero
la salvia con el limón.
Pronto amanecerá.
© Marizel Estonllo
BUEN RECORRIDO MARIZEL ¿Y EL AGUA DE AZAHAR? Un abrazo
ResponderEliminarVolvé, seguí.
ResponderEliminarTe vas del poema y yo me quedo, más lento, esperando más viaje.
No es una crítica: denuncio este tipo de lector que existe.
Espléndido pooema, Marizel.
ResponderEliminarUn beso Isabel Llorca Bosco