Uno debiera oxigenar las culpas.
No todo es como parece en el momento.
Con los años
la incertidumbre deja caer sus vestiduras
y las preguntas regresan
como frutos de una estación nueva
y entonces algo nos empuja
a revisar nuestra verdad
a veces,
las cuentas que no terminan de definirse
que no son fuego ni cenizas
muerden la banquina de la duda
y dan tumbos de imágenes
que el error ha manchado
aire
una hoja delatora que actúe con o sin viento
una cámara lenta que adelante y retroceda
aire aire
para saciar el vaivén de la sed
para que la lección no sea
calcar el mismo árbol
una y otra vez
© Liliana Chavez
Con los años hacemos balance!
ResponderEliminarMe encantó el final para no repetir lo arpendido.
Placer leerte!
Tere Vaccaro.
"oxigenar las culpas" qué tarea, lily, y a veces son hereditarias. bello poema. susana zazzetti.
ResponderEliminarTus poemas siempre me dejan un sabor de arena agridulce genial.
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ResponderEliminarAmiga:
tu poesía es una enredadera, envuelve y te hace reflexionar. Calcar el mismo árbol, una y otra vez, un final hermoso
Horacio.
Qué bueno Lily, eso de oxigenar las culpas!!!
ResponderEliminarAplausos, bises y besos
María Rosa León
esta aficionada a la astrología te dice que tu poema es perfecto para describir el regreso de Saturno, Kronos, Señor del Tiempo que cada treinta años regresa para que hagamos balance y limpieza...
ResponderEliminarun abrazo y muchas gracias por la belleza
Lía Miersch
..."calcar el mismo árbol"..., tarea muy difícil, pero hay que tratar de que la copia nos dé su mejor sombra. Me encantó, besos Alicora.
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ResponderEliminarSí Llly, las culpas, esas que se posan en la espalda y pesan, no nos sirven, aire, aire... y a otra cosa.
Buenísimo poema.
Un abrazo,
Alicia Márquez
lily, me encantó lily!!! siiii!!! muchas pero muchas palabras para sacar el -darse cuenta- y esculpirlo en nuestros ojos...GRACIAS!!! un beso enorme, francisco
ResponderEliminar¡Hermoso, querida Lily! Qué bellamente dicho este fruto sabroso de la verdad: esquiva, cambiante, compleja, otra, otra, otra. Me parece que ahí está nuestro camino posible a la libertad: saber que a la inercia de calcar el mismo árbol, ¡tan humana!, tenemos que intentar contrastarla con ese aire de la vida que se transforma. Me encantó. Como siempre, sensibilidad y hermosura en tu poesía.
ResponderEliminarAbrazo grande!
Amalia Zacoutegui
ResponderEliminarCreo que debe haber un trabajo interior importante para oxigenar las culpas, que sólo tu sabiduría te permite trasladarnos las palabras y la señal en esta forma.
Me encantó!Ah, felicitaciones por el libro.
Andrea Casas
EL POEMA MISMO SE REFLEXIONA HASTA EL HUESO, BELLO UN BESO DE MARIA LUISA MARQUEZ
ResponderEliminarExcelente, en este balance cotidiano tratamos de no calcar. Muy certero.
ResponderEliminarAbrazo
Elisabet
Bello poema que nos invita a reflexionar sobre ciertos estancos, gracias, querida Lily!!!!
ResponderEliminarMe encantó este poético balance. Imágenes muy bellas y originales. Un beso grande. Adriana Maggio
ResponderEliminarpinturas hermosas descripción de procesos que son la vida misma.Cariños
ResponderEliminarCristina Briante