Rarita.
Juro que me corrían
no todos, casi todos
pero con uno bastaba
para perturbar a mis voces.
Es que yo estoy cómoda con ellas
hasta se me antoja interactuar por horas
en un silencio confeccionado
a lunarcitos de colores vibrantes.
Me apuraron y el tiempo
fue una tela frágil
como esas taiwanesas.
Estoy hablando de un Papá Noel lampiño,
nada fue genuino.
Cuando entraron
me dejaron sólo una voz
que se me espesa en cada tic tac.
Dicen que ahora soy normal.
Con tanta prisa no me advirtieron
de soledades.
© Alicia Corrado Mélin
Hermosa remembranza Alicia, los amigos imaginarios, el avance insensato de la cordura. Abrazo. - Dardo
ResponderEliminarEste texto habla, acerca de verdades que son calladas porque parece no tener valor ni sentido. Te abrazo fuerte. Káti
ResponderEliminarMe apuraron/ y el tiempo fue una tela frágil... Hay que saber narrar poéticamente, querida amiga. Y lo tuyo está logrado!
ResponderEliminarah! me encantó. Desde el título.
ResponderEliminarEse ser adulto que nunca se es en la identidad requerida. Absolutamente identificada. Gracias por compartir.
SEG
Brillante poema, nadie habla soledades, y casi siempre nos toman desprevenidos.
ResponderEliminarAbrazo
Elisabet
Muy buen texto. Abre posibilidades a diferentes interpretaciones, pero todas ellas emparentadas con el dolor y la tragedia. Me gustó mucho. Un abrazo. Adriana Maggio
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ResponderEliminarMagnífico poema. Absolutamente real. Abierto a un montón de maneras de sentirlo. Me encantó.
Un abrazo.
Alicia Márquez
Los miedos y las soledades. Siempre es un placer leerte. Un abrazo
ResponderEliminarGraciela Barbero
Excelente poema. Va mi abrazo. Olga Ferrari
ResponderEliminarcontundente imágenes. Felicitaciones!!!
ResponderEliminarCariños. Cristina Briante
imágenes contundentes. Felicitaciones!!! Cariños Cris
ResponderEliminarExcelente poema. Con un discurso vibrante, intimista y los dos versos finales un hallazgo. Felicitaciones Aly.
ResponderEliminarVilma Sastre