La niña de cobre
he visto la cara sucia la mancha
en el rostro en el ambiente hostil
siendo parte de la neblina
con los labios curvados hacia abajo
bajo un sombrero de fieltro
y sin sonrisa la he visto
con su carga antigua de sueños
y de pesado morral
a la inocencia he visto
a la tristeza congénita en los ojos
en la trenza de cabello oscuro
en el vestidito de lana gris
parece de cobre la niña
como si de una abandonada entraña
hubiera nacido
como si supiera que en ese útero su lucha
será perpetua para volverse viento
invocar la lluvia vencer el hambre
para reclamar lo que nunca
he visto la mancha en el ápice
en el rincón izquierdo del mapa
en ese ángulo soberbio y mineral
costado oscuro del orgullo
al que la mancha el morral pesado el rostro
la ingenuidad
pedazo de tierra donde el sol quema la
vergüenza
donde se tuesta la miseria y el verde
donde arde la piel del valle
vértice de salitre y bórax
cobre plata litio
y la lágrima de un niño sin agua
yo la he visto y sé
que otros también la han visto
© Isabel Krisch
Pintura: Marina Inés Fons
(Enviada por la autora del poema)
Bellísimo, tierno y duro.
ResponderEliminarUn duro retrato de la miseria que tantas veces se ensaña con la infancia.
ResponderEliminarUn abrazo
Juany Rojas
AY la lágrima de un niño sin agua! conmovedor texto. Abrazo PAOLANTONIO.
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