Última sustancia. Poema XII.
titubea se desliza el sol de la mañana
el trazo inestable de la pareja abrazada
el jazmín enredándose
el olor blanco del aire
los limones enterrados en la arena
esas brevas moradas
y la grieta dorada del patio
por donde ha entrado el hombre
el ala con ese temblor
y ahora me mira
apasionado
con su único ojo
© Edda Sartori
Sutíl, en su aroma, en su perfume infinito. Prodigioso este poema. Enhorabuena.
ResponderEliminarBreve y poética historia muy bien narrada
ResponderEliminarExcelente poema muy bien logrado.
ResponderEliminarUn abrazo Ana Romano
Excelente poema, muy bien logrado.
Un abrazo Ana Romano.
lo sentí embriagador como un bálsamo, está dicho de modo que parece real.
ResponderEliminarmuy logrado
Walter
calidad pictórica en revelador poema
ResponderEliminarMuy bueno Edda! Qué bien trabaja el texto para la expectativa! - Dardo
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