Vadim Gluzman
Toma la música
se hace arco
y la adelgaza
hasta volverla
aguja
de
aire
hilo
de
luz
camino
de
astros
que
llueven.
Voz aguda
que burila el hielo
del alma
y lo hace glaciar esculpido
obra de arte que se quiebra
y se derrite
en la desgarrada inquietud del agua.
Toma la música
la enamora
se cincela
en la armonía
se afina
hasta volverse nota de cristal
destello
sombra
del fantasma del aire.
© Adriana Maggio
Música que estremece el alma cuando se tocan estos versos. Gracias por este poema, Adriana.
ResponderEliminarCada verso echa vuelo como la música, me encantó
ResponderEliminarUn abrazo
Betty
se van, se van las palabras por el aire ylas recoge el oído. tanta belleza. susana zazzetti.
ResponderEliminarMuy bueno tu poema, inspira. Abarzos
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ResponderEliminarBellísimo y cristalino poema. Me hizo bien leerlo.
Un abrazo.
Alicia Márquez
Palabras de cristal que ilumina la música de tu poesía. Muy bella. Antonio Pourrere
ResponderEliminarPoesía sin retórica, plena de belleza y música interior
ResponderEliminarBravo por este poema. Te envuelve en una partitura.
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ResponderEliminarHermoso, las palabras como la música buscan su cadencia, emocionar, traspasar. Un abrazo
Lily Chavez
De un gran lirismo tu poema, bello, me hizo sentir esa música que no conozco.
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ResponderEliminaresas palabras en mi oído como campanas de cristal resuenan. son muy vibrantes sus imagenes
gracias
Querida Adriana: tu poema sutilmente expresa la líquida transformación que las notas musicales obran en nuestras almas. Lo expresás no solo desde lo auditivo sino desde lo visual. Hermosísimo. Cariños Irene Marks
ResponderEliminarDavid Sorbille dijo...
ResponderEliminarQuerida Adriana: maravilloso poema! Un abrazo