atrás quedó
la travesía de pies yermos
bebió apenas
nubes con sabor a sal
nieve negra hubo
silencio
en los días
de gigantes
paradojas
sobre su pecho roto
hubo viento
giró loca la rosa
(remolino de agujas)
bañó ojos de piedra
restregó su contorno su adentro
hubo relámpagos y un brillo
hubo
un crepitar
© Nilda Barba
uh, ese remolino de agujas que bueno Nilda. Lindo poema, gracias por compartir.
ResponderEliminarLily Chavez
Qué lindo leerte, Nildín, qué bello poema. Pero sabé que si este poema te representara, yo te diría que si hay algo que no hubo en tu travesía son "pies yermos" y sí relámpagos y un fuerte, fortísimo brillo!! Te aprecio mucho, amiga!! Isabel Krisch
ResponderEliminarHermoso crepitar.
ResponderEliminarLa angustia es resurrección. Saludos
Romina R Silva
Bello poema que brilla de un renacer...
ResponderEliminarBesotes Nilda!
Montse Bertrán
David Sorbille dijo...
ResponderEliminarMaravilloso poema, Nilda! Un abrazo