PAULINA
“De pronto vuelvo
a la noche
con mis zapatos de agua.”
Mía Gallegos
Ahora que sus jugos han sido consumidos,
que se agotó la paciencia de su carne,
que sus martirios iniciaron el camino
donde acecha
la pequeña ferocidad de los escarabajos,
sólo nos queda un nombre.
Su nombre.
Y lo repetimos con celo de oración,
con obstinada precisión de recuerdo.
Tenemos que armarla.
Tenemos que rehacer su cuerpo.
Reconstruir sus piernas extraviadas,
encajar su cintura en la memoria,
limpiar sus ojos conjugados de barro.
Tenemos que sentir una mujer,
saber una mujer,
gritar una mujer.
No un objeto.
Nunca un objeto.
Nunca una muñeca decorada a golpes,
una muñeca azul de calamidades,
fácil de rasgar,
fácil de romper.
Olvidable
como una marioneta hecha de nada,
de acuarelas delebles,
de capricho.
Paulina Lebbos fue asesinada en la noche del 26 de febrero
de 2006. Había salido a bailar al boliche Gitana, en Tucumán, con su mejor
amiga, Virginia Mercado. Al volver, dejó a su compañera en su casa y se dirigió
a la casa de su pareja, César Soto, pero nunca llegó. Su cuerpo apareció ese
mismo día: había sido torturada, violada y estrangulada. Se sospecha que su horrendo crimen fue
cometido por los llamados "hijos del poder", tal como lo fue el de
María Soledad Morales en Catamarca el 8
de septiembre de 1990.
© Raquel Fernández
Muchas gracias, Gustavo. En febrero se cumplen 10 años del asesinato de Paulina y es lamentable que un crimen tan atroz aún siga impune. Hay que seguir dando voz a quienes no la tienen porque hay cosas que no deben olvidarse jamás. Justicia para ella y para todas. Un abrazo y muchas felicidades.
ResponderEliminarEXCELENTE POEMA QUE VA LOGRANDO LO QUE SE PROPON RECUPERARR EN NUESTRO RECVUERDO LA DIGNIDAD DE TPDP SER JHUMANO DE LA NADA EN QUE LA HA DEJADO UN MUNDO CAÓTICO QUE PRETENDFE ANULAR POR CAPRICHO. Por el respeto a la vida. Gracias, poeta.
ResponderEliminarIsabel Llorca bosco