a Frida
mirada perdida debajo
de la espesura de las cejas
y una sombra gris que permanece
que se reconoce alrededor
que se supone gris
a pesar del órgano que recepta la luz
a su pesar
una meditación horizontal planea
cientos de veces
la copia de su propia figura
de su obra
su único modelaje
obsesivo el esqueleto
su bermeja muerte
en una pincelada abierta
por un duro pasamanos de metal
construidas las trenzas
que ciñen cráneo y ritmo
ordenado ritmo en el lóbulo
en la magia de unos aretes
o en el único tono del anillo que
aprieta el dedo
ella se impone la sonrisa
la sugestividad
su instrumento
gesto trasgresor en la mirada perdida
o fulmínea
o fascinante
bajo la espesura de esas cejas
© Isabel Krisch
Pintura de Marina Inés Fons (Enviada por la autora del poema)
Retrato de una mujer fulmínea, fascinante... como su obra.
ResponderEliminarVersos justos para un muy buen retrato. Abrazo, Inés Legarreta
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