• EL TRACK DE LOS POBRES •
La pobreza sube al tren
y da vuelta por los vagones.
Se desliza por debajo de los asientos
y toma formas pictóricas.
Se organiza.
Toma forma de papelitos recortados.
Toma forma de tarjetitas.
Toma forma de mujer estirando el
brazo derecho con un bebé durmiendo
en el izquierdo y forma de cieguito silbador
haciendo resonar monedas en una lata.
La pobreza también sube al furgón
y prende un finito.
Sube con un carrito de compras cargado
de porquerías que encontró en la calle.
Sube atemorizando a los que tratan de
huir de ella y no tener que viajar
nunca más en tren.
La pobreza está en el tapizado de los asientos
antes que el pobre se siente encima.
Cruje.
Sobrevuela.
La pobreza está parada en la esquina
de la estación como un agujero negro
esperando que bajen del andén
para succionarlos.
La pobreza aniquila, paraliza
y germina con un golpe certero en la rodilla.
La pobreza corre con las piernas flojas
y te abraza por debajo de la cintura
para recibirte.
Te sonríe del otro lado al abrirse
las puertas automáticas y te entrega
una bolsa y una palita
para que juntes todas esas pieles
que quedaron tiradas
y no llegaron nunca
a ennegrecerte el corazón.
© Fabián Leppez
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