EXTRAVÍOS
El tiempo te descuartiza frente a mi sombra
cuando el agua de tu muerte
se estanca en la pupila de mis venas
y un montón de hojas podridas
saturan la tristeza de mi sangre.
Y en una casa extraviada en algún sueño
los helechos soplan una llovizna silenciosa sobre tu vida,
a veces allí te encuentro
y te entrego las alas de un árbol,
para que mojes el cirio
que derrama su crepúsculo hostil entre tus manos.
Pero también existe un reloj de enfermas primaveras,
una costra de atardeceres en un océano lejano,
un cuerpo desnudo tatuado de eternidades
y la cáscara de un beso
donde se empozan las despedidas.
© Silvia Loustau
un reloj de enfermas primaveras,
ResponderEliminary nosotros al sol, solos, casi muertos
beso grande querida silvia, y que en mar del plata no todo sea oscuridad,
jm
Bellisisimo. Un poema que al leerlo, nunca quieres que acabes.
ResponderEliminarJose Maria Y Jorge gracias por la apreciación del poema, un abrazo a los dos
ResponderEliminarSilvia
me gustó mucho!!! es una hermoso poema, duro poema, casi trágico... como las poesías malditas!!! bellísimo. gracias por compartirlo, francisco
ResponderEliminarMuy bueno, Silvia, un abarzo.
ResponderEliminarGracias Sacanueces y Marta por los comentarios,
ResponderEliminarSilvia
Bellísimo Silvia!
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