Poema de Gloria Oscares
EL HOMBRECITO DEL CUADRO
DE VAN GOGH
Solo contra la pared
con ese cuerpo ajeno de astillas de metal
durmiendo sobre un plano
de ojos y agujeros que crecen
Solo contra el cielorraso
donde unas aves bajan desde la montaña
mientras la mujer baila bajo la luna
Solo contra su cuerpo de nuevo
de cenizas que esconden oscuros fulgores
en los desmantelados archipiélagos de la sala
Solo con el corazón baldío
de los ángeles que se hacen añicos
perdiéndose
en la posibilidad del espejo
El cuadro permanece en el desarraigo
de esos días que se alargan
como la sombra
que corre hacia el sol de los naranjos
Desde su deseo escucha el viento
en ese cielo destartalado
hace lo posible por correr
por desplazar ese cuerpo que no le pertenece
Gira
en esa hojarasca enloquecida
el extranjero de su propia sombra
El cuadro permanece en el desarraigo de los días
y un olor harapiento se alarga
como la sombra
que corre hacia el sol de los naranjos
Desde su deseo
escucha los sonidos de la vida
y del viento en ese cielo destartalado
y hace lo posible
por desplazar ese cuerpo que lo contiene
y a su vez le es ajeno
Gira
en esa hojarasca enloquecida
Corre
en dirección a la tormenta que amenaza
Se desliza
entre los cuervos
porque es su única oportunidad
porque está
solo
y es extranjero en su propia melancolía
© Gloria Oscares
Etiquetas: Gloria Oscares
5 comentarios:
solo el hombrecito de toda soledad, no así
lo magistral de tu poema. susana zazzetti.
Loco! Me despertó una necesidá nueva de mirar a Van Gogh de otra manera ("ese cielo destartalado).
Gracias.
Cada palabra, cada verso, me llevó a la pintura, a encontrar en ambas cosas la belleza. Felicitaciones!!
Lily Chavez
Me encantó tu texto, hermanado con la terrible soledad y el infinito desarraigo de Van Gogh. Tiene imágenes llenas de melancólica belleza. Gracias. Un abrazo. Adriana Maggio
Muybueno, excelente administracionde imagenes picgoricas y
Palabras...abrazo ines
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