El rito
Y trajo
por armadura
ese
escudo de grafito
que
fundió a la sombra de una noche sin luna.
Luego
embebió la pasta
con dos
gotas de su sangre.
"Para
darle resistencia", dijo.
Y lo
mezcló todo
en la
alquimia de su quimera,
con
cinco gotas de llanto
arrancadas
a su mano.
Entonces
volcó el elixir
en un
molde hecho de tierra.
Cinco
noches con sus lunas
aguardé
a los pies de la pluma
que me
legó el hechicero.
© Cecilia
González Gerardi
Hermoso Cecilia felicitaciones!!!!
ResponderEliminarPoema de un hermetismo especial que deja traslucir su encanto oculto
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