EL FARO
Ese mar que ahora rompe en los acantilados
resbalando su oleaje entre sales y espuma.
La inmensidad del cielo
conjugada en la linea final del horizonte.
Azul mar y celestes mezclados en la espera.
El faro está conmigo en lo alto del silencio,
penitente
y secreto.
Su luz, tibia cadencia, ha comenzado ahora.
Serpentea en el viento y anida en las gaviotas
que guarecen su vuelo dentro de las rendijas.
La mujer que recuerdo brilla en mi pensamiento.
Mis retinas de arena la recobran de antaño,
es que ella
era el faro,
y la cresta espumosa, y la alegría y el canto.
Van abriéndose estrellas dentro del firmamento,
tal vez alguien me observe,
...
devuelvo la mirada por si acaso.
Siempre hallé soledad en la distancia
mas no
cruzó el olvido.
© Antonio Cristóbal Pourrere
"devuelvo la mirada por si acaso" ¡ qué hermosura! sostiene al poema de por sí muy intenso. susana zazzetti.
ResponderEliminarMe devolvió aquel faro sureño de mi infancia rionegrina. Gracias.
ResponderEliminarBella descripción de lugar, tiempo y los recuerdos vivos. Hermoso poema.
ResponderEliminar..."El faro está conmigo en lo alto del silencio"... Este poema es muy hermoso y su reclamo de amor nos emociona. Beso de Alicia.
ResponderEliminarUN POEMA LLENO DE MAGIA DONDE EL OLVIDO NO SE ENCUENTRA Y EL RECUERDO TAN VIVO POR LO BELLO ANDADO.
ResponderEliminarHABER DEJADO LA ESPERANZA COMO NEXO... POR SI ACASO!HERMOSO/ LIDIACC.
Se complementan el recuerdo de la mujer con la luz del faro, hermoso poema, la ilustración acompaña muy bien no sólo por el faro sino por todo el sentido de las palabras que iluminan la evocación.
ResponderEliminarUn abrazo
Betty
El mar como eterno referente y el faro dando su luz para poder leerte mejor. Me encantó, beso Alicia.
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