Sombras
¡Ah! ¿Cómo alojar en
el cuerpo este enjambre de sombras,
este fuego hambriento del
incendio:
crepitar de bordes,
aullidos del ramaje
socavando el aire que se asfixia,
rasguños en la mirada que duerme, infinita?
El hilado de encajes,
blanda la bruma de los nardos, su llovizna dispersa,
ya no deben bastar como ceguera,
ya no deben bastar como mordaza,
ya no deben bastar como silencio
sobre esta lava que ruega luz desde el fondo de la tierra.
Que sangre el trazo su
roja mordedura,
cada temblor del óleo,
cada instante de pavor
cada desgarro del lienzo de los huesos
y que atropellen los caballos del amor y la pena,
salvajes los relinchos, cortadura de bridas.
Es mío este grito que galopa
en la vastedad
buscando su destino.
¿Cómo nombrar en el cuerpo a este enjambre de sombras?
© Amalia Zacoutegui
Sencillamente hermoso, y soberbio en su hermosura. Buen poema. Felicidades.
ResponderEliminarExcelente forma de expresión, lo disfruté verso a verso. va un abrazo
ResponderEliminarBetty
muy bueno tu poema!!!!abrazo!!!!
ResponderEliminarmaria del mar
ResponderEliminarAmalia querida, cómo me gusta tu poesía. Cómo me encuentro con un libro tuyo? diga digo y sigo el procedimiento.
Un abrazo.
Lily Chavez
Siempre es un placer leerte...y quedarme con tus preguntas que reescriben tu poema en mi.
ResponderEliminarimágenes imperdibles, bella tu poesía Amalia.
ResponderEliminarabrazos
claudia tejeda
Muchas gracias, amigos poetas!!!! Un honor que se hayan detenido un momento para leer este chispazo de letras que es mi poesía.Estoy muy atrasada con mis lecturas, pero prometo devolverles esta generosidad con sus propios poemas, que siempre son un deleite para mí.
ResponderEliminarGracias, Gustavo, por posibilitar encuentros siempre!!!
Abrazo enorme a cada uno!!!
Amalia Zacoutegui