Dislates
Ante los ojos de un chico que tiene hambre,
no sirve escribir sobre el hilo de Ariadna.
Cuando escuchás llorar a alguien querido,
no tiene sentido hablar del filósofo Empédocles.
Si tenemos los ojos enjaulados
es imposible mencionar a Sísifo.
Cuando el dolor es profundo,
cuando el grito es indispensable,
cuando la necesidad de contar es imperiosa,
hay que dejar a los griegos en paz
y ponerse a escribir en el querido y entendible
idioma del corazón.
© Alicia Márquez
absolutamente emotivo, me puede este tema, alicia. una belleza de estilo. susana zazzetti.
ResponderEliminareso creo yo también, dama!, y leerlos a todos ellos, que escribían el lenguaje de sus corazones. Beso coloquial!!
ResponderEliminarImpecable manera de decir sigmmos adelante aunqne nos duela el desconsuelo. Bravo. Marta Zabaleta
ResponderEliminarGrandiosa toma de conciencia de la realidad,
ResponderEliminarinteligente, bello y emotivo poema
Ignacio
El idioma del corazón... el abrazo.
ResponderEliminarTotalmente de acuerdo, a veces las palabras sobran y el abrazo habla.
ResponderEliminarGraciela N Barbero
Gracias Alicia por cultivar la cordura !! Excelente
ResponderEliminarVerdadero. Abrazo, Inés
ResponderEliminarExcelente poema, muy duro de tan real. Beso Alicora
ResponderEliminarAplausos Ali por ese maravilloso idioma del corazón!
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