Poema de Raquel Fernández
ORIEL
El alma al descubierto
vulnerable.
Estar así. Beberse a uno mismo.
Sollozar.”
Mía Gallegos
La mujer levita
amortajada con un camisón celeste.
Es el fantasma de una nuca rubia
cayendo de rodillas,
el déjà vu de una lengua atravesada
por un anzuelo de amapolas feroces,
la recordación de una boca viva.
Debajo de sus pies
el mundo
se ha quedado vacío de todo
menos de sus lágrimas.
Podría ser una virgen,
rubia,
con un manto celeste
(con un camisón celeste).
Podría ser la intención de lo sagrado.
Pero es una voz descosida de palabras,
Un ovillo de silencio y hambre.
Y sangra.
Oriel Briant, bella profesora de inglés residente en La
Plata, Buenos Aires, fue asesinada el 14
de julio de 1984 y encontrada poco después en un paraje al costado de la Ruta 2
por un automovilista que pasaba casualmente por allí. El principal sospechoso
del crimen fue su esposo, Federico Pippo,
presuntamente ayudado por algunos familiares, mediáticamente conocidos
como "el clan Pippo". Pippo fue
arrestado el 6 de septiembre de 1985 y posteriormente sobreseído en la
causa. Oriel tenía 37 años. Su crimen aún continúa impune.
© Raquel Fernández
Etiquetas: Raquel Fernández
9 comentarios:
"Un ovillo de silencio y hambre". Hay un atravesamiento de melancolía feroz en todo este poema. Pesa.
Gracias, Mariasilvia. Es un poema que pertenece a mi último libro, "Interrumpidas", que recorre treinta años de violencia contra las mujeres y las niñas en Argentina, haciéndose eco de casos puntuales, algunos muy mediáticos en su momento, otros no tanto. Agradezco tu lectura y tu comentario. Cariños.
tremendo, es lo que me gusta de la poesía, es que a pesar de las imágenes lúgubres (amortajada con camisón celeste), al punto de darle un toque sagrado (podría ser una virgen/podría ser la intención de lo sagrado) rememorando la historia de un crimen, tu poesía destila una belleza metafísica.
abrazos: Oscar Perdigón
Muchas gracias, Oscar. El libro al que pertenece el poema es muy duro y fue muy duro escribirlo, poder contar historias trágicas sin dejar de lado la belleza de la palabra. Pero estoy muy feliz con el resultado y siento que, de algún modo, traer a estas mujeres a la memoria colectiva es hacerles, aunque sea, un poco de justicia. Un abrazo.
Bello y tremendo el poema. Imágenes que realzan lo sublime que hay en lo trágico. Me gustó mucho, Raquel.
Un abrazo, Silvia
Impresionante el poema, como todos los tuyos.
Un abrazo
Gracias, Claudia querida! Un abrazo!
Raquel, cuántas imágenes para nombrar el dolor. Impresionante tu poema. Fuerte. Conmovedor.
Gracias, gracias!
Me llegó al hueso.
claudia tejeda
Muchas gracias, Claudia! Aprecio mucho tus palabras. Encarar "Interrumpidas" fue encarar una lucha que me ha llevado a lugares insospechados. Gracias!
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