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25/9/15

Poema de María Alicia Gòmez de Balbuena


TUPAC AMARU POETA.

Cual cóndor, Rey soberano de un imperio que nacía
Sobrevolaste los andes, Jose Gabriel Condorcarqui
Y en una herencia temprana, con inspiración divina
Las alturas te dictaron todo lo que compartías
¿Cómo hablarnos hoy de muerte, de despojo y genocidio
          Si olvidamos que con celo
 Las montañas milenarias tu voz de alerta acunaban?
TU VOZ, tu rostro cetrino, marmolado color tierra
Que en un entrecejo ardiente de tu mirada ya altiva
Señalaba la injusticia, la sed de los poderosos,
La infamia en los negociados, el destierro de tu pueblo…
El presentir de una raza negada por ser la dueña
De maravillas internas que a todos interesaban…
¡Vivir en comunidad! Sembrar lo que consumían…
¿Qué sueño de locos ése que a tu sangre distinguía?
      Absoluto soberano con autoridad divina
        ¡Genial en tus estrategias!
Tu mensaje de unidad penetró en cada pedrera
En la garganta profunda de la oriental cordillera
Se alzó el grito rebelado en rituales de guerra
Y en la derrota total, de conquistadores necios
-Que te creyeron traidor a tu raza y a tu estirpe-
      Aunque la muerte ya hablara…
          Consolidaste el  imperio.
36 años de imperio para invasores tremendos
Fueron tu cuna latente, la semilla, la simiente
                  Y  en 200 años más…
      Se vería tu figura destellar Como TUPÁC,
Insurrecto en la memoria del último inca, AMARU.
      El continente rugió frente al líder que surgía
    Abrazó la sed de otros con humildad y pasión
             La semilla germinó…
Y guardó otras en el vientre de esa tierra, con dolor.
     La paciencia se hizo guía de los ancianos y niños
Siendo mujeres, las madres,  fueron la savia bravía
           Y la insurrección crecía…
Cobijada en la bandera que por todos fue elegida
Corazón de aquél ejercito, libertador de conciencias
                    Fue la fe…
En esa unidad de sangres de nuestra América India
 Sabías… ¿Cómo sabías que sin todos no eras nadie…?
Criollos, mestizos, zambos, compatriotas en la esencia
 De no volver a ser víctimas, junto a tu sangre latían.
         Oían…ellos oían… tu voz, y la obedecían
Porque era voz de victoria para aquella tierra herida
               Protegida por los Apus
     La sagrada Machu Picchu cobijó tu jerarquía
Y  el Dios civilizador, Viracocha de los Incas, dio luz a tu inspiración
     Al calor de INTI, su Dios, le dio a tu pueblo esplendor
   ¡Después que tu voz se alzara en genial insurrección!!!
           Oían…ellos oían… tu voz, y la obedecían
   Porque era voz de victoria para aquella tierra herida
     El continente rugió frente al líder que surgía
                      Y en 200 años más
         Se vería tu figura destellar como Túpac…


© Maria Alicia Gómez de Balbuena

4 comentarios:


  1. era voz de victoria para aquella tierra herida.
    se me vino toda la música encima con este poema.

    Lily Chavez

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  2. Ayer vi como dejaron libre a un cóndor!!
    besos

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  3. gracias mi querida Liliana...siempre esperando verte en mi tierra...Tu palabra y juicio son mi guía en esta materia,lo sabes
















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