UN LARGO SUEÑO PARA MI PAPITO
Ella dice
ahí está papi
ahí duerme papito
ahí está mi papito
con su saco de oficinista y sus ojos amarillos.
Dormí, papito. Dormí,
dormí y cantá,
cantá nuestras guerras altivas,
contemplá tu canto:
pasa un hombre de saco de oficinista y ojos
amarillos
y la niña perdida de tus ojos.
¿Quién soy?
¿Quién soy?
¿Quién soy?
(Trampa para los ojos).
Mi Papi
ya no indagués tu cadáver,
deleitate: la música te libró del cuerpo
en la noche fría que fuiste a buscar.
Papito
entro en mí, como siempre que me dejás sola,
tu canto dislocó el orden hechizante de las palabras,
Ella habla la música donde debiera oír la noche,
y digo noche para esta sed que me vuelve pequeña o me hace
crecer,
crecer, Papito, crecer.
Papi, voy a librarme de vos
para poder hollar serpientes,
cachorros de dragones.
© IRMA ELENA MARC-
¡¡¡¡¡BELLO!!!!!!!
ResponderEliminarflora levi
Tremendo, "librarme de vos/para poder hollar serpientes, cachorros de dragones"
ResponderEliminarUn abrazo
Graciela N Barbero
Un final estremecedor para un llamado o un grito de hija (sea quien fuere el padre, sea quien fuera la hija)Abrazo, Inés.
ResponderEliminarConmovedor Irma, realmente sacude el alma. Abrazo. Antonio Pourrere
ResponderEliminarMe ha conmovido enormemente este poema! Muy bello!
ResponderEliminarbello, ir
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