Ceniza
Uno frente al otro
ante el abismo de sus pupilas
se miran,
arrodillados recogen los restos
las cenizas de un beso carbonizado
de común acuerdo
resuelven echarlas al viento
al ocaso
la ceniza resiste en partir
se acurruca como un perro
se agazapa gira en círculo
muestra los dientes
sus mañas
afuera otros perros gruñen
ladran, se sacan las pulgas
otros besos se incineran
otros abismos parten por la mitad
la comunión de dos pares de ojos
que se buscan a tientas
entre la ceniza blanca
ya fría
en pos de un vértigo ciego.
© Gustavo Silva
En pos de un vertigo tremendo, sublime.
ResponderEliminarGustavo, tu texto me parece espléndido, tan original y poético. Me encantó la idea de querer tirar al viento las cenizas del beso, y que se resistan. Una elaboración poética de la desazón amorosa, que cala hondo. Me gustó muchísimo. Un abrazo. Adriana Maggio
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ResponderEliminarEs hermosa la visión del momento que entrega su poema. Qué grande.
Tan sutil ese instante!!
ResponderEliminarAbrazo Gustavo!!
Precioso texto. Me gustó muchísimo. Cariños.
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