a veces el aire tiene consistencia metálica
una bala de luz en medio de la frente
el innumerable peso del cuerpo
como miles de agujas o una herida vieja
que dice su nombre en la tormenta
ocurre que el amor
suele poner relojes en todas las paredes
tus ojos en cada habitación
sabor a escarcha entre los dientes
y es como una astilla o un carbón sobre las manos
te vigila la noche con sus ojos innumerables
te vigila la noche amor
te acerca a las fronteras y al caos
confunde los equinoccios / y duele
como los finales y los nacimientos
duele como duele el abismo inminente del placer
a veces el aire y el amor se parecen
el don de respirar y del abrazo son lejanos
son el huerto aquel de la infancia el perfil del padre
una sábana piadosa sobre las heridas inocentes
hace tanto quemé los dudosos artefactos de la memoria
entonces por qué la sombra adquiere semejante consistencia?
por qué soy
la piedra diminuta salvada de la orilla
heroica
para morir después entre tus manos?
© Gabriela Yocco
Querida Gabriela:
ResponderEliminarUn placer leerte en este blog! tu poesía me encanta, ya te lo he dicho, está llena de imágenes que me conmueven y me golpean como esa bala, como esas agujas, como los relojes, como el amor.
Gracias por tu poesía!! Abrazo.
Me gustó mucho este texto, tan rico en imágenes originalísimas. El remate es excelente, se abre en una pregunta que despliega el poema en todas las respuestas que se den los lectores.Excelente. Un abrazo. Adriana Maggio
ResponderEliminarEs un recuero, un caos repetido en las imágenes del pasado y el presente, un retorno sin remedio a lo vivido.
ResponderEliminarCuanta fuerza en su poema.
inmenso placer leerte Gabriela!
ResponderEliminarMuy bello!
ResponderEliminarhermoso
ResponderEliminar