Solo del Funámbulo
pero ¿qué hacer con quien está a la deriva cuando el
agua invade los
gritos que ya nadie escucha?
¿qué hacer con la mano que se escapa del poema y se
alza desesperada
para manotear la playa, sea cual
sea, pero
siempre lejana?
Alberto Szpunberg
No te duermas / Nocturno /
que tal vez
puedas hoy
un tantito correrte
el antifaz
por debajo de
los lamentos
y lueguito semblantear
por los indicios
si nuestro Equilibrista
podría hallar cobijo
en la impostura
de estas
pocas sencillas poesías
arrojadas a mis
fauces de Lobo.
Pero por piedad
antes de que
nos hinque el
diente
el impreciso monstruo
Desasosiego / ese
que se
come a los
chicos desigualmente hambreados /
y cuyo
ojo pegado a
las rendijas escudriña
sus Noches.
Ya no te
duermas vos tampoquito / Noche /
cántanos tu Nocturno
del Nómada Africano
tu Solo
del Funámbulo que
duerme
en
la calle que
duerme entre cartones.
© Elena Eyheremendy
Me gustó el ritmo, los enganches de palabras, lo contado. Abrazo, Inés.
ResponderEliminarBellísimo. De una sensibilidad exquisita.
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