Poema de Susana Zazzetti
se quedaba inmóvil la siesta
en la infancia.
quieta sobre el río.
sobre las uvas quieta.
una avidez de gotas
desparramaba el calor de octubre
sobre los rulos de la muñeca negra.
era la hora exacta
en que mi cuerpo
ocultaba su sombra para
vaciarse de gritos.
© Susana Zazzetti
Etiquetas: Susana Zazzetti
16 comentarios:
La angustia y la deseperanza tiene su grito.
Bella imagen de la siesta!!!!
Impresionante final!
Abrazo !
Tere Vaccaro.
"Ocultaba su.........para vaciarse de gritos" me gusta! Cariños, Dolores Pombo
Excelente poema. Abrazo. Antonio Pourrere
Es necesario evocar la quietud de la siesta para sentir mejor ese final más potente en el silencio. Maravilla. Besos Isabel Llorca Bosco
Totalmente comprensible el grito en el silencio siestero donde uno era solo uno.
Abrazos
Elisabet
Bellísima esa oposición entre la quietud del agua , la siesta y el grito oculto.
Un abrazo
Graciela N Barbero
guauuu!!! se escucha el vaciamiento de gritos!!! fabuloso texto, fabuloso e impactante!!! gracias por tanto, francisco
Como siempre profundamente con-movedor
Abtrazos desde el sur
Poema profundo de infancia y siesta donde la mente tiene libertad !!! un bedo de Maria Luisa Márquez
te veo niña desolada en tu transparencia, dos abrazos
claudia tejeda
me hizo recordar un poema de bertold brecht
y esa frase de alejandra pizarnik que le dedica a janis joplin en sus poemas
terriblemente exactos
Los momentos, las acciones cotidianas, lo esbozado.
Un gran poema.
Guauuuuuuuu, sòlo la poesia puede, con su magia, hacer retroceder asì , el tiempo en tus palabras.!!
Besossssssss
Susana ESTOY VIENDO TODO ESO : EL PAISAJE LA MUÑECA Y LA NIÑA CON SU ANGUSTIA ¡bellísimo!
Querida amiga,
qué bello poema, es como una fotografía que lleva una pincelada de angustia sobre un fondo sereno y rosa.
Un abrazo, te quiero mucho
Juany Rojas
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