# Femicidio
Una rosa se abre entre las piernas
cada mes. Y te honra.
Hijo padre amigo
hermano. Hombre.
Derrama sus cándidos pétalos en este mar
de pasto. Y da luz. Y te honra.
Prepara su vientre para resguardarte. O para
esperar el próximo brote. La próxima azucena.
Entre plumas de aire te aguarda. Estallan
las semillas en lunas de carne. Y te honra.
Coros de inocentes en el Edén esperan
la marejada blanda. De ese cuerpo
que cosecha flores y horizontes.
Cada niña es una madre. Cada adolescente
es una madre. Una sola mujer somos todas las
madres. Y te honramos hombre. Y te pedimos hombre
que comprendas. No se hiere. No se viola. No se
mata. A la madre
que te engendra.
© María Marta Donnet
Un bello homenaje a las mujeres, un dulce pero severo recordatorio a los hombres...gracias! Inés legarreta.
ResponderEliminarPalabra profunda y bella.
ResponderEliminarDavid Sorbille dijo...
ResponderEliminarEstremecedor poema! Un abrazo
Impecableeeeeeee...
ResponderEliminarBesos muchos.
Cynthia Rascovsky
Excelente poema, con un hilo conductor lógico y un final que apela a su comprensión.
ResponderEliminarabrazos
Elisabet
Un poema delicadísimo y contundente a la vez. También me estremeció su lectura.
ResponderEliminarGracias!
María Julia Druille