SED
En mi
destierro
la blanca
sequía de mi piel
hace
estragos sin la lluvia de tus manos.
Mi cuerpo
melancólico
en dantesco
suplicio a ser abrasado
se
retuerce.
Sediento,
moribundo
clama un
rocío imposible
El fulgor de tu relámpago
roza la
nube de mis sueños
y la lluvia es
Ávidos mis
labios
te beben
gota agota
El deseo
eclosiona en cristalino abandono
Pétalo de
lirio alunado.
© Graciela
N. Barbero
Me gustó mucho este poema de amor y pasión. Encantador, el "lirio alunado". Un beso. Adriana Maggio
ResponderEliminarTiene su canto distinto...
ResponderEliminarEpitafío nocturno,con brisa de luna. Enhorabuena.
ResponderEliminarCuanta piel y besos esperados. Gracias por sus letras.
ResponderEliminarGracias por sus comentarios!
ResponderEliminarGraciela N Barbero
ResponderEliminarUn magnífico poema apasionado.
Un abrazo.
Alicia Márquez
ResponderEliminarUn magnífico poema apasionado.
Abrazo.
Alicia Márquez
La pasión viva. Presente.
ResponderEliminarBello!!
Un abrazo
IMAGENES APASIONADAS Y buen remate.
ResponderEliminarsaludos
Anahí Duzevich Bezoz