Los viernes a la tardecita llega mi nieto
Soy yo –me grita-
abro la puerta
me confundo en su mirada
en los brazos que se ajustan a mi cuerpo
me deja vacía
y corre
llama al abuelo
abre la puerta del placard
saca la pista, los
autos, la locomotora
Yo preparo la comida
más tarde, pegamos semillas
en hojas de otoño
hacemos corazones de plastilina
para mamá aclara, me obliga al paquete con moñito.
Es tarde, refriega
sus ojos y resiste
se acuesta a mi lado en la cama grande
toma mi cabello, lo acaricia y me dice
“que lindo tu pelo baby”
Y yo siento que el mundo vale la pena.
© Flora Levi
Un cuadro familiar para disfrutar, poema que se disfruta.
ResponderEliminarUn abrazo
Betty
ResponderEliminarBello hasta la lágrima.
Un abrazo grande.
Alicia Márquez
Renacer en los nietos, bello poema.
ResponderEliminarAbrazos
Elisabet
realmente fascinante ese cuadro, es como si lo viera.
ResponderEliminarCon mi admiración
W.
Me encantaron tus poemas en Abrazo de voces. Y no fue una ilusión auditiva. Mi voto fue positivo.
ResponderEliminarInmenso poema desde cualquier lado que se lo lea e interprete...
ResponderEliminarabrazo fuerte.
Cynthia Rascovsky.