Poema de Fabián Leppez

DOBLE DE RIESGO

Cuando te mira a los ojos una vaca sentís

todo el dolor del pasto que se escurre

en sus muelas.

Todo el dolor de un cuerpo

condenado al sacrificio.

Todas las venas hinchadas del campesino

que las arrea hasta el lote para que coman

lo que las pacha les niega en épocas de sequía.

Cuando te mira a los ojos una vaca

sentís que estás siendo masticado

por esa boca que balbucea y pasás por

sus cuatro estómagos regurgitando,

recortado como papelitos que esperan

en el núcleo de una piñata

el cuchillazo.

Sentís el dolor de la industria y el polvo

replegado en sus pezuñas.

Sentís la succión del carnicero refregándose

las manos contra el delantal

y el olor a carne cruda.

El olor a pasto mordido.

Cuando una vaca te mira a los ojos,

sentís.

Sos el hermano de la vaca,

el ternero que cuelga de sus ubres

y se arrastra por el piso

mientras camina amamantando,

mordiendo pasto, calculando,

mirando.

Sabiendo cuál es su destino.

Sabiendo que su leche ya no le pertenece.

© Fabián Leppez