CORTEJO
Mis ojos
rasguñan tu orillo
pidiendo que
los menciones
o que indiques
el camino
de ese verso
perdido.
Mis manos
bucean
en el charco
azulino que macera
el papel
inquieto, latente
que espera
parir, volar…
Mi locura se
mezcla
en el haz de
tu huida
y por los
rincones se ufanan
de sus
travesuras, las musas
Me exilio del
día
pongo candado
a la lluvia,
mordaza al eco
que te nombra
y cuando llegue la noche
vendaré los
ojos de la luna
y acaso allí
te seduzca,
enzarzada
entre nubes,
con el devaneo
de mi pluma.
© Andrea Marin
Hermosas visiones de momento únicos.
ResponderEliminarUn canto a la seducción.
me encantó pongo candado a la lluvia, hermosas imágenes que lo hace poema , un saludo de Maria Luisa Márquez
ResponderEliminarAy, poesía, no nos abandones. Déjate seducir.
ResponderEliminarSensual y misterioso
ResponderEliminarUn abrazo
Graciela N Barbero
ResponderEliminares grato en su desnudez y sensualidad este poema, su plan de seducción por la verdad.
muy bien.