OBREROS
a Enrico
Malatesta
El silencio
es
una boca
oscura y gesticulante.
Este
colchón viejo
tendido sobre
ladrillos fríos
huele a
cemento y cal,
Huele a
desvelo.
Son las
tres de la mañana.
Pienso en
el sueño igualitario
y resisto
apenas.
Un desfile
fantástico se sucede:
veo en cada
rostro un manifiesto
en cada
mirada la impotencia
en cada
chirriar de dientes
y puños
apretados
veo mi
propia furia.
Los días
del reclamo
se calcaron
sobre las décadas.
Son las
tres de la mañana.
Desde 1890
y esta madrugada
siempre me
dolieron
los
lagrimales
y las
manos.
© Susana
Giraudo
Fuerte, impactante. Gracias por la poesía. Antonio Pourrere
ResponderEliminarMuy bueno. Adhiero a la idea central expresada en "Los días del reclamo / se calcaron sobre las décadas". A todos nos duele la recurrencia de la iniquidad. Un abrazo. Adriana Maggio
ResponderEliminarSi, aunque sea sin tu permiso, retiro el quinto verso, querida Susana, "me queda" un poema, que sobre todo en su estrofa final, disfruto.
ResponderEliminarRolando
*
Fuerte y buen poema querida Susana!!! Adhiero a lo que te ha escrito Adriana Maggio. Abrazo grande ! Cecilia Glanzmann
ResponderEliminarSusana nadie puede escribir un poema profundo y desgarrador como este si realmente no se siente, atronador como el silencio gesticulante del comienzo, una joya poetica del ideario libertario que ilumina una realidad que solo se transfigura con el tiempo. Un poema tan bien escrito con imágenes certeras hasta el dolor y la furia.
ResponderEliminarTe saludo de pie
Ignacio
Un poema doliente !!! Me encantó !!!
ResponderEliminarMuy sentido.
ResponderEliminarDuele.-
Impecable.
Un abrazo
Este poema llega y duele.
ResponderEliminarUn abrazo
Betty
Oh, este poema es grito y llanto a la vez, desamparo del otro que se perpetua.
ResponderEliminarFuerte...
Gracias amiga,
un beso, Juany Rojas
Un poema que me traqe recuerdos de mi abuelo anarquista, gracias por escribirlo, gracias por sentirlo, gracias por Malattesta, un abrazo,
ResponderEliminarSilvia Loustau
El reclamo siempre es doloroso e interminable. Hermoso poema.
ResponderEliminarUn abrazo
Graciela N. Barbero
ResponderEliminarCuando se desgarra el alma por la iniquidad y el dolor, el sufrimiento persistente cala.
Gran poema.
Sonia Quevedo
Te felicito, Susana, por saber ponerse en el lugar del otro, por la sobriedad de tu furia, por el perfecto uso de las palabras. Me impresionó sobre todo "sueño igualitario"Fue como leer Germinal de Emile Zola sobre los mineros. Un beso
ResponderEliminarIsabel Llorca Bosco